Las toxinas de las cándidas: ¿qué enfermedades favorecen?

Es bastante conocido que las cándidas intestinales pueden favorecer alergias en la piel y el aparato respiratorio, favorecer una cistitis por cándidas o una infección vaginal por el crecimiento descontrolado de cándidas en la vagina.

Pero se desconocen muchas otras enfermedades, que están favorecidas por las toxinas que produce una candidiasis crónica en el intestino. Ten en cuenta que si dichas toxinas atraviesan un intestino hiperpermeable y el hígado no las puede metabolizar para eliminarlas del cuerpo, acaban parasitando tejidos y órganos diversos y acaban favoreciendo múltiples e importantes enfermedades.

1) Si las toxinas se depositan en las articulaciones pueden producir:

Dolores y rigidez articular, adormecimiento y hormigueos o artritis. 

2) Si se depositan en los músculos dan lugar a:

Dolores y debilidad muscular o fibromialgia. 

3) Si llegan a la circulación cerebral, el paciente puede padecer:

Cefaleas y migrañas que se van repitiendo, acúfenos o tinnitus, pérdida de memoria, problemas de concentración, falta de viveza mental, mareos, vértigo o insomnio.

4) También pueden afectar al cerebro y al resto del sistema nervioso produciendo distintos desarreglos mentales y emocionales, como:

Depresión, ansiedad, irritabilidad, variaciones en el estado de ánimo, sentimientos «de rechazo» con pérdida de la autoestima, dislexia, dispraxia, T.D.A.H. (trastorno del aprendizaje con hiperactividad) o autismo.

5) Incluso pueden acabar desencadenando importantes afectaciones neurológicas como:

Esclerosis múltiple (EM), esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad de Alzheimer o enfermedad de Parkinson

6) Afectan también a las funciones hormonales dando lugar a:

Síndrome premenstrual, irregularidad en la menstruación, dolores menstruales, trastornos en la menopausia, infertilidad o endometriosis.

Vemos, por lo tanto, que pueden estar en el origen de una inflamación en articulaciones y músculos, diversas alteraciones emocionales y del comportamiento, disfunciones hormonales y varias alteraciones neurológicas.

Todo ello indica la extraordinaria importancia que tiene controlar el crecimiento excesivo y desordenado de las cándidas intestinales, que a la larga producen una gran cantidad de toxinas, causantes de este largo listado de enfermedades y malestares.

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