Casos clínicos
Colitis Ulcerosa
Historia clínica
Acude a la consulta una chica de 24 años que desde hace 1 mes tiene diarrea líquida, sanguinolenta, con mucosidades verdosas, y fuertes dolores abdominales. Ha necesitado un ingreso en el hospital.
Se le diagnosticó colitis ulcerosa, que normalmente se trata con 50 mg diarios de cortisona. Se encuentra muy cansada. Sus antecedentes son anodinos, o sea, no ha sufrido ninguna enfermedad importante. Solo tiene un fibroadenoma en la mama izquierda.
Autor
Joan Guxens
Tipo de entrada
Casos clínicosTest con Kinesiología Holística
El test de kinesiología holística nos permite saber cómo se encuentra la microbiota o flora intestinal, que siempre está desequilibrada en estas enfermedades, y descubrir qué microorganismos la han desequilibrado. En este caso tenía cándidas en el intestino grueso y áscaris.
A la vez el test señalaba un foco tóxico en el colon, que debilitaba la mucosa intestinal y enviaba toxinas al resto del cuerpo a través de un intestino hiperpermeable.
Tratamiento recomendado
Siguió un tratamiento con un desinfectante intestinal para matar las cándidas, manganeso-cobre, 1 ampolla cada día; un probiótico, 2 cápsulas 10 minutos antes de desayunar; boldo en cápsulas, una antes de la comida y otra antes de la cena, para ayudar al funcionamiento depurativo hepático, un jarabe con plantas antiparasitarias, 3 cucharadas soperas diarias, unas cápsulas de plantas medicinales digestivas y antiflatulentas y un frasco de flores de Bach.
Siguió una dieta sin los alimentos intolerantes, que tienen la mayoría de personas con cándidas intestinales: lácteos de origen animal, azúcar blanco, trigo, huevos, nueces y cacahuetes, vinagre de vino y margarina.
A los 9 días de tratamiento el dolor abdominal desapareció y defecaba una vez al día heces compactas con mucosidades blancas.
Al mes de tratamiento dejó la cortisona, que fue disminuyendo poco a poco, una vez desapareció la diarrea y los retortijones. Entonces empezó a tomar zinc y vitamina A para reforzar la mucosa intestinal.
Al dejar la cortisona empezó a tomar claversal durante 9 meses. A los 2 meses ya se encontraba perfectamente. Nunca más ha tenido ninguna molestia intestinal.
Conclusiones
Tanto la colitis ulcerosa como el colon irritable, y alguna otra colitis crónica que tienen algunas personas, se produce por un desequilibrio de la flora intestinal por cándidas, virus, bacterias o parásitos. Ellos y sus toxinas agreden la mucosa intestinal hasta producir una inflamación (colon irritable o colitis crónica) y lesiones ulcerosas (colitis ulcerosa).
Con un tratamiento a base de desinfectantes intestinales, probióticos, depurativos y reforzantes de la mucosa intestinal se cura. Si a partir de entonces se toman 3 o 4 meses al año un complemento que aporte probióticos y algún alimento fermentado (yogur, kéfir, chucrut, kombucha, pepinillos, aceitunas, vinagre de manzana, pan de masa madre,…) todos los días no vuelven a aparecer síntomas, a pesar de que persona pueda sufrir con posterioridad traumas emocionales o periodos de estrés emocional.
Desde el primer día de tratamiento, ni la chica ni su familia confiaban en el tratamiento. A pesar de no existir “fe” en ella ni en su entorno, el tratamiento fue muy efectivo y no tuvo ninguna otra crisis. Ello confirma que existía un desequilibrio de la flora intestinal y el tratamiento que hizo fue suficiente, sin necesidad de que existiera “fe o confianza ciega” con los métodos de tratamiento naturales.
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