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La estrategia de la OMS para la medicina natural, tradicional y complementaria
Autor
Ingrid J. Benítez
Tipo de entrada
Artículos¿Sabías que la OMS tiene en activo un programa llamado “Estrategia de la OMS para la medicina tradicional” en el que se incluyen también las medicinas complementarias?
Por aclarar algunos conceptos, las medicinas tradicionales comprenden los conocimientos y prácticas de la medicina tradicional china, la ayurveda, el yoga, el unani o las medicinas indígenas, entre otras. Por otro lado, las medicinas complementarias, también llamadas medicinas alternativas, abarcan prácticas como la naturopatía, la kinesiología, la quiropráctica, la osteopatía, la homeopatía, entre otras muchas.
Este plan, pensado para que se desarrolle entre 2014-2023, es la 2ª edición de un primer plan desarrollado entre 2002-2005, cuyos objetivos son los de apoyar a los Estados Miembros de la OMS a fin de que:
- Puedan sacar provecho de la contribución del potencial de las medicinas tradicionales y compementarias para la salud, orientándose hacia el bienestar y la atención a la salud centrada en las personas.
- Promuevan una utilización segura y eficaz de las medicinas tradicionales y complementarias, a través de una regulación e investigación, para así, ir incorporando protocolos, profesionales y prácticas a los sistemas de salud.
Lo que se busca es una mayor inclusividad, la promoción de la seguridad, eficacia y calidad, la facilitación a su acceso y su uso racional. Se trata de un plan pensado y estructurado para que los Estados Miembros elaboren y apliquen un plan estratégico acorde a sus respectivas capacidades, prioridades, legislaciones y circunstancias nacionales. De esta manera se busca dar respuesta a la existencia de un público y una demanda cada vez mayor.
En este plan, no se trata solo de cubrir las vivencias culturales de la salud de los países donde se originan y se utilizan diariamente las medicinas tradicionales; sino que se trata de cubrir las peticiones de muchas personas en países donde, pese a tener un sistema biomédico bien establecido, no se llegan a cubrir sus necesidades tanto por la necesidad de una atención más integrativa, individualizada y centrada en la persona, como por la incapacidad de estos sistemas para dar respuesta a muchas enfermedades crónicas; a lo que se le añaden los altos costes y los diversos efectos secundarios de muchos de sus tratamientos. Países como América, China, Korea, Japón, Australia y en Europa, Suiza como su principal representante, ya se están regularizando e incluyendo estos tipos de asistencias en sus sistemas sanitarios.
En el centro de todo esto no deja de haber una misma prioridad, proporcionar una cobertura sanitaria universal que busque “el grado máximo de salud que se pueda lograr”, según se pone de manifiesto en la Constitución de la OMS.
Si te interesa leer todo el documento de la OMS, clica aquí
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