Casos clínicos
Delgadez y cándidas en el intestino delgado
Historia clínica
Chico de 18 años que vino a la consulta porque quería engordar ya que estaba muy delgado. Su peso era de 52 Kg con una talla de 1,76 metros. O sea, su peso ideal se encontraba entre los 65 y 70 Kg.
Sufría estreñimiento habitual, resfriados repetitivos y se levantaba de la cama cansado todos los días. Tres años antes había sufrido tics en la cara que mejoró complementando su dieta con vitamina B1, levadura de cerveza, germen de trigo, vitamina C y extracto de melisa. Ello ya nos indicaba que seguramente había un fondo nervioso en su delgadez.
Autor
Joan Guxens
Tipo de entrada
Casos clínicosTest con Kinesiología Holística
Según el test de kinesiología holística sufría por cándidas en el intestino delgado que le desequilibraba la microbiota o flora del mismo, lo que le afectaba la buena digestión y la absorción de nutrientes en el intestino delgado. Por eso, el test también señalaba una carencia de vitaminas. La alteración de su sistema nervioso nos lo indicaban los filtros del sistema nervioso vegetativo y de depresión exógena o actual.
Tratamiento recomendado
Con una dieta para controlar las cándidas (sin lácteos de origen animal, trigo, azúcar blanco y otros edulcorantes naturales y artificiales, soja, mantequilla y margarina), manganeso como relajante y antialérgico, espirulina y biotina para estimular el crecimiento de la flora intestinal, germanio y vitamina C, como antioxidantes y estimulantes de la inmunidad, y flores de Bach para las emociones, aumentó 2 kilos los 2 primeros meses y 1 kilo las siguientes 6 semanas. Continuó el tratamiento durante 8 meses en los que aumentó 5 kilos y medio.
Con este tratamiento tenía más hambre, defecaba todos los días y no sufrió ningún resfriado.
Conclusiones
Es el caso de un chico con una deficiente absorción intestinal y carencia de vitaminas. Recordemos que tenía desequilibrada la flora del intestino delgado, que es la porción de intestino donde tiene lugar la absorción de la mayoría de nutrientes, que era una de las causas de la dificultad para conseguir el peso ideal, su tendencia a tener muchos resfriados y a estar cansado por debilidad de su sistema inmunológico.
En su delgadez, además de la mala absorción intestinal, también influía su temperamento ansioso, que le ocasionaba un mayor consumo de nutrientes y por lo tanto una mayor necesidad.
Las personas muy delgadas normalmente aumentan de peso lentamente, por lo tanto deben seguir un tratamiento para engordar durante un largo periodo de tiempo.
En este caso el chico continuó realizando dieta, controlando las cándidas, la flora intestinal, la absorción intestinal y la ansiedad, ayudado por su madre, y al cabo de 1 año y medio pesaba 63 kilos.
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