Artículos
Intolerancia alimentaria y pérdida de peso
Autor
Joan Guxens
Tipo de entrada
ArtículosUno de los deseos más populares para el año nuevo es perder peso. Este mes de enero viene acompañado de matrículas al gimnasio, dietas estrictas, compras de básculas, abstemias de alcohol y un sinfín de restricciones más. Sin embargo, después de tanto esfuerzo a menudo no hay resultados, y al cabo de poco tiempo, este deseo que llegó con tantas fuerzas y ganas, se va desvaneciendo, dejando de lado todas las metas.
Hoy os quiero hablar de un factor muy imprescindible a la hora de perder peso: ¿cómo está nuestro tubo digestivo? Este factor no está tan relacionado con lo que hacemos, sino en cómo está nuestro organismo. Por ello, os quiero hablar de la intolerancia alimentaria, que es la incapacidad de consumir cantidades normales de un alimento por razones no relacionadas con la genética ni con un fallo del sistema inmunológico. Se diferencia de la alergia alimentaria en que la reacción es mucho más tardía a la ingesta del alimento (unos días), y debe comerse una mayor cantidad de alimento para que se produzca una reacción de malestar. La intolerancia a la lactosa, por ejemplo, entra en esta categoría. En cambio, la alergia es instantánea y con poca cantidad de ingesta del alimento, el cuerpo ya manifiesta la reacción.
Un dato curioso es que con frecuencia la persona tiene adicción al alimento al que tiene intolerancia y al comerlo en mayor cantidad de la debida le aumenta más la intolerancia. Por lo tanto, muchas veces las personas tienen intolerancia alimentaria a aquellos alimentos que comen todos los días o en gran cantidad.
Cuando se determina que hay una reacción intolerante a determinados alimentos, es posible conseguir de una forma lenta, pero segura, una curación mediante la exclusión de estos alimentos de la dieta.
Para descubrir si hay algún alimento que produce intolerancia, se tiene que eliminar los posibles alimentos intolerantes de la dieta durante 40 días, y luego irlos incorporando de uno en uno observando si se produce alguna reacción. Si se produce alguna reacción intolerante es continuarán evitando durante varios meses y si no se produce ninguna reacción intolerante se pueden volver a incorporar de forma paulatina a la dieta habitual.
Otro método rápido y preciso para descubrir si hay una alguna intolerancia alimentaria es realizar un test de kinesiología holística. A través de la respuesta muscular de los brazos se ve la reacción del cuerpo delante de dicho alimento y se puede comprobar si existe una intolerancia.
Los productos que dan intolerancia alimentaria con más frecuencia son, por orden decreciente:
- lácteos
- trigo (gluten)
- azúcar blanco
- chocolate blanco
- huevos
- mantequilla y margarina
- cacahuetes
- nueces
- bebidas alcohólicas
- especias
- mariscos
- frutas
- verduras
Además de evitar los alimentos que producen intolerancia, es aconsejable seguir una dieta depurativa con alimentos ecológicos, complementada con un tratamiento de plantas medicinales diuréticas, depurativas y activadoras del funcionamiento hepato-biliar, para eliminar del cuerpo las sustancias tóxicas que aumentan aún más las reacciones de intolerancia. También puede que sea necesario equilibrar la flora Intestinal, la hipoclorhidria y el déficit de enzimas digestivos.
Es interesante descubrir si hay intolerancia a algún o algunos alimentos, ya que al dejar de ingerirlos hace que muchos malestares a los que uno está acostumbrado, desaparecen, y en general la salud se restablece.
“Eliminar de la dieta los alimentos intolerantes ayuda a perder peso fácilmente sin pasar hambre, a sentirse bien, con lo que se come más equilibrado y así mejorar la salud”.
Consigue consejos semanales para vivir la salud naturalmente
Inscríbete y únete a la comunidad de IGEM