Casos clínicos
Inmunodeficiencia
Historia clínica
Niño de 6 años de edad, de parto distócico por cesárea a las 36 semanas de gestación, con antibioterapia frecuente, apendicectomizado a los 5 años de edad y con deficiencia de Inmunoglobulinas, alérgico a la penicilina y al ibuprofeno, cuadros de urticaria tras la ingestión de fruta, yema de huevo, lácteos y soja. Además, presenta cuadros recurrentes de faringoamigdalitis, otitis y traqueítis desde el inicio en la guardería que han impedido su escolarización durante más de 3 días, por lo que realiza sus estudios en casa bajo supervisión materna.
Autor
Angels Bel
Tipo de entrada
Casos clínicosTest con Kinesiología Holística
En el test se detectan cándidas intestinales y en los senos nasales, problemas autoinmunes, intoxicación hepática por mercurio y afectación suprarrenal por campos magnéticos (geopatía), intolerancias alimentarias al huevo, lácteos animales, trigo, maíz, miel, chocolate, azúcar, fructosa y varios edulcorantes, carnes rojas, aceite frito, mantequillas y margarinas, soja y derivados así como alergia a los ácaros de la harina y del polvo doméstico.
Tratamiento recomendado
Se instaura un tratamiento evitando todos los alimentos intolerantes para facilitar la reparación intestinal, probióticos a base de lactobacilos, bifidobacterias y ajo para normalizar la flora y eliminar las càndidas, chlorela para eliminar el mercurio, equinácea y vitaminas como ácido fólico, vitamina C y vitamina B12, para mejorar la inmunidad, durante 2 meses.
Revisiones
Tras 2 cuadros infecciosos que requirieron antibioterapia y un cuadro gripal se realiza un nuevo test de kinesiología. Han desaparecido los problemas autoinmunes siendo sustituidos por la presencia de histamina, así como la eliminación del mercurio del organismo, reducción de la mitad de cándidas abdominales, desaparición de las cándidas en los senos nasales, reducción de afectación por geopatía y la posibilidad de ingerir miel de nuevo.
Se reajusta el tratamiento con un nuevo probiótico a base de lactobacilos, harpagofito, vitamina C y un jarabe de llantén por presencia de bacterias pulmonares.
Se recomienda no ingerir los alimentos intolerantes y se cita de nuevo en 2 meses.
En el nuevo test de kinesiología han desaparecido las bacterias pulmonares y el exceso de histamina y se ha reducido significativamente la afectación por geopatía. Reducción de las cándidas intestinales de nuevo en un 50% y se recupera la tolerancia al huevo.
Se reajusta el tratamiento con probióticos, se cambia el tratamiento anti-cándidas a semillas de pomelo, vitamina C y vitamina E y se cita de nuevo en 3 meses.
Durante el nuevo período ha sido vacunado contra el tétanos presentando una reacción vacunal con fiebre y síntomas respiratorios en las 24 horas post vacunación.
En el nuevo test desaparece la afectación por geopatía, se reducen de nuevo las cándidas al 50% con la posibilidad de ingerir quesos, carnes rojas excepto el cordero, azúcar y edulcorantes incluida la lactosa, recuperando la tolerancia a la soja y al maíz.
Se reajusta de nuevo el tratamiento manteniendo un probiótico, ajo, vitamina C y vitamina B12, citando de nuevo antes del inicio del nuevo curso escolar.
Seguimiento del tratamiento
Tras las dos primeras visitas pudo ser escolarizado, con buen rendimiento escolar, pocas ausencias por enfermedad, presentando mayor resistencia a las infecciones, con tiempos de recuperación más rápidos.
En la actualidad seguimos con controles para eliminar las últimas cándidas intestinales y con el control dietético manteniéndose ovo- vegetariano por elección materna.
Desde la última visita sólo ha presentado un cuadro catarral sin necesidad de antibiótico en el inicio del nuevo curso escolar y un ligero aumento de peso y talla después de un largo estancamiento.
Seguimos con las visitas para intentar eliminar el resto de intolerancias alimentarias y a la eliminación total de las cándidas intestinales.
Conclusiones
En este caso se ha visto como el tratamiento de la contaminación por cándidas intestinales y la reparación del intestino ha llevado a la desaparición de un cuadro diagnosticado inicialmente de inmunodeficiencia con alteración de inmunoglobulinas en sangre.
El tratamiento y la dieta libre de alimentos intolerantes ha llevado a la recuperación de la funcionalidad del sistema inmunitario y ha permitido que tras un año de tratamiento pueda llevar una vida normal como otros niños de su edad puesto que en la actualidad no sufre de infecciones más que otros niños de su edad.
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