Cristina Arce

Entrevistamos a Cristina Arce, alumna de segundo curso de Naturopatía & Kinesiología Holística en la escuela IGEM. Con un trabajo fijo, esta joven enfermó y buscó soluciones que no le daba la medicina convencional y por ello, conoció la medicina natural. Gracias a su progreso en la salud, empezó a estudiar para hacer un cambio en el rumbo de su vida y poderse dedicar en el futuro a ayudar a otras personas que se encontrasen en la misma situación. En esta entrevista nos explica cómo está de motivada en sus estudios y que es lo que más le apasiona.

Cuéntanos brevemente quién eres y a qué te dedicas

Soy Cristina Arce, técnica en radiodiagnóstico y estudiante de Naturopatía y Kinesiología Holística en la escuela IGEM. Trabajo en el servicio de radiología de un centro médico entre semana, y estudio los fines de semana en el aula de natura de Cal Vilanova. Me encanta aprender cosas nuevas, leer y la naturaleza.

¿Por qué decidiste estudiar Naturopatía y Kinesiología Holística?

Hace unos años enfermé. Ese momento marcó un antes y un después en mi vida. Comencé a observarme y me di cuenta que llevaba años desconectada de mi cuerpo, no me había sabido escuchar. Fue una gran lección de la que cada día sigo aprendiendo. Empecé por hacer cursos de Reiki, me reconecté conmigo misma y hice cambios tanto en mi dieta como en el estilo de vida en general. Empecé a encontrarme mucho mejor y pensé que me gustaría ayudar a otras personas que estuvieran pasado por procesos parecidos al mío. Ahí vi claro que quería aprender y dedicarme a las terapias naturales, que por otro lado siempre me habían llamado la atención.

¿Por qué te decidiste a estudiarlo en  IGEM?

Buscaba un lugar donde poder estudiar los fines de semana, ya que entre semana no podía compaginarlo con el trabajo. Encontré el Institut IGEM por internet, me encantó el formato del curso, y además vi que podía cursar Kinesiología Holística a la vez, que no la conocía del todo bien, pero me llamaba muchísimo la atención. Fui al centro a conocer a Nàdia, la directora, y ahí acabé de decidirme. Y he de decir que tomé la decisión adecuada. El ambiente y los compañeros con los que he coincidido me han enamorado. El temario es muy interesante y completo, los profesores son geniales y de trato cercano y familiar. Además en Cal Vilanova, tenemos un cocinero muy simpático y que nos hace unos menús riquísimos y saludables.

¿Qué es lo que más te gustó del curso? ¿Qué podrías destacar de este curso?

Sin duda, lo que más me apasiona es el punto de vista desde el que nos enseñan a ver al ser humano como un todo (alma-mente-cuerpo), y a la forma que tienen de restablecer la salud, reforzando al cuerpo y devolviéndole su fuerza natural para recuperar su estado de equilibrio, y todo esto, atacando la causa en lugar de los síntomas. Y la kinesiología holística es una herramienta muy eficaz tanto de diagnóstico como de tratamiento. Yo siempre digo que es una chivata y nos dice exactamente qué le pasa al cuerpo y cómo éste quiere que lo tratemos.

¿Has podido aplicar los conocimientos aprendidos a tu profesión?

En mi profesión tanto el punto de vista como el abordaje de la salud y la enfermedad es diferente. Hay cosas que puedo aplicar y otras que no. En mi día a día si lo aplico tanto en mí, como en amigos o familiares que me piden consejo o ayuda. En un futuro espero poderme dedicar de lleno a las terapias naturales.

¿Qué ha cambiado en tu vida después de adquirir los conocimientos de este curso?

En realidad ha cambiado casi todo. Este curso no es solo una profesión o un título más que conseguir. Es algo que va mucho más allá. Es un estilo de vida que cuando lo pruebas y ves los resultados ya no lo cambias por nada.