
Casos clínicos
Alergia e intolerancia alimentaria

Historia clínica
Niña de 3 años, con alergia alimentaria desde los 3 meses, eczema atópico hasta los 9 meses, crisis de urticaria y edema cutáneo, resfriados, anginas, mucosidades, otitis y bronquitis alérgica.
Autor
Joan Guxens
Tipo de entrada
Casos clínicosTest con Kinesiología Holística
Con el test salía tratar de forma prioritaria una Disbiosis del Intestino Grueso por un crecimiento excesivo de Cándidas y Parásitos intestinales (áscaris). Además, su mucosa intestinal era hiperpermeable.
A su vez tenía una intolerancia alimentaria a los lácteos de origen animal (vaca, cabra y oveja), al trigo moderno (gluten), al huevo, al pescado y a los mariscos.
El test también indicaba que había una inflamación bronquial por un crecimiento de cándidas en el aparato respiratorio. Y en test posteriores, la kinesiología holística indicaba que era necesario reforzar la piel y las mucosas.
Tratamiento recomendado
Tratamiento con desinfectantes intestinales y respiratorios (ajo y/o cobre) antiinflamatorios (harpagofito), probióticos (diversos, ricos sobre todo en lactobacillus acidophilus y bifidobacterium bifidum), regeneradores de piel y mucosas (zinc y vitamina A) y un prebiótico (levadura de cerveza viva). En este caso el harpagofito, como antiinflamatorio, desinfectante intestinal y respiratorio, también fue muy importante para conseguir la mejoría, junto con el Ajo y el Cobre.
Mejoró paulatinamente en 14 meses de tratamiento, excepto de su alergia alimentaria, por lo que continuó evitando los alimentos alérgicos (lácteos, trigo, huevo, pescado y marisco). En la actualidad, 18 años más tarde, aún no puede comer pescado y marisco, pero de lo demás está absolutamente bien.
Conclusiones
A partir de este caso tomé aún más conciencia de la importancia de las alergias e intolerancias alimentarias en muchos síntomas que cada vez tenemos más y que se producen cada vez con más frecuencia.
La niña nació con eczema atópico, a los nueve meses empezó a sufrir crisis de urticaria y edema cutáneo, además de múltiples síntomas respiratorios: resfriados, anginas, mucosidades todo el año, otitis y bronquitis alérgica.
Desde los 3 meses se le diagnosticó alergia alimentaria (lácteos, huevo, pescado y marisco). No los tomó, pero a los 9 meses aparecieran los problemas respiratorios que hasta entonces no había sufrido. Posiblemente se retrasaron los problemas respiratorios por las defensas que le había pasado la madre durante el embarazo y la lactancia materna.
El eczema atópico desde el mismo momento del nacimiento estaba favorecido por tóxicos que le pasó la madre a través de la placenta durante los 9 meses de embarazo, tal como hoy en día se sabe a partir de la investigación científica que se ha realizado los últimos 14 años.
Fue necesario que la niña a los 3 años se le diagnosticara disbiosis intestinal, cándidas intestinales, hiperpermeabilidad intestinal y debilidad de piel y mucosas, para que con un tratamiento adecuado durante 14 meses fuera mejorando de todo, excepto de la alergia alimentaria al pescado y marisco, que seguramente era de causa genética.
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