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Mimulus: la flor de Bach del miedo
Autor
Nàdia Guxens
Tipo de entrada
ArtículosHoy os hablaré de la flor de Bach del miedo: Mimulus, cuyo nombre en latín es mimulus guttatus. Se trata de una flor pequeñita y amarilla, que crece en zonas húmedas y áreas cultivadas, florece de junio a octubre.
Sirve para los miedos conocidos, los miedos a las cosas del mundo. Por ejemplo, miedo a la oscuridad, a los animales, a las alturas, a los lugares cerrados, al dolor, a un cambio, a rehacer tu vida después de un accidente, a la pobreza, a no poder realizar algún acto, a afrontar un examen, a estar solo, a la desgracia, a representar una obra de teatro, a la enfermedad, a morir, a las situaciones nuevas… y un gran etc. Es decir, sirve cuando puedes identificar tu miedo y lo puedes concretar. Es un miedo interior extremo y mimulus sirve para vencerlo, sea cual sea.
El miedo es una emoción básica humana que desde el punto de vista evolutivo darwiniano, nos sirve como señal protectora frente al peligro. Suele ser el gran carcelero que impide al hombre el ejercicio de su libertad. Así pues, el miedo es una emoción básica que sirve para protegernos, pero esta emoción se desequilibra cuando sentimos miedo frente a algo que no implica peligro. Ese es el momento en el que debemos equilibrar ese miedo y una posible solución es tomar la flor de Bach, para volver a poner la frecuencia emocional del miedo a su sitio.
Todas las flores de Bach pueden ser un estado emocional pasajero o bien un tipo de personalidad. Que sea un estado pasajero significa que una persona con cualquier personalidad se siente mimulus en un momento concreto, es decir, siente miedo a algo determinado.
La personalidad mimulus corresponde a una persona que tiene miedo a sentirse mimulus. Este miedo se acentúa bajo situaciones de estrés.
La describiría como una persona de naturaleza valiente y capaz de enfrentarse a todas las dificultades, sean las que sean. Transmite seguridad y confianza. Sin embargo, en estado negativo sufre ansiedad, miedo y temor por cosas concretas. Es vergonzosa y en situaciones determinadas se sonroja y puede incluso tartamudear. No le gusta estar entre la gente y le da miedo hablar en público. Es muy sensible a los ruidos, al cambio de tiempo, a los conflictos, a la oscuridad. Tímida, introvertida, asustadiza y reservada.
Siempre se trata de un miedo basado en temas reales, no en fantasías. Acostumbra a no comunicar su miedo y puede somatizarlo en sensación de ansiedad. Esta sensación la soporta secretamente, ya que le genera nerviosismo y el propio miedo le impide comunicarlo.
Cae fácilmente enferma cuando se enfrenta a las situaciones que teme. Los posibles síntomas que puede sentir esta persona con facilidad son taquicardia, boca seca, timidez, manos sudorosas, dolor de riñón, locuacidad, tensión, inhibición, tartamudez, rubor, transpiración.
Tanto si eres mimulus como si a veces sientes un miedo concreto a algo, te animo a que pruebes esta flor de Bach. Cuando la tomes sentirás coraje, valentía, comprensión, despreocupación, sensación de mayor libertad. Verás más opciones y el miedo no te nublará la acción.
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